en el que penetran palabras extranjeras.
No puedo protegerme.
Me compraré un perro
y le enseñaré a añorar.
Una puerta rechina:
no es quien yo quiero.
Pero en los atardeceres benévolos aún se llena la calle
de sustitutos de padre y sustitutas de madre.
YEHUDA AMIJAI
Detrás de todo esto se oculta una gran felicidad.
Traducción de Raquel García Lozano.
1 comentario:
parada tras la ventana,
sintiendo el viento acariciar mi rostro
mi pelo se agita
mi corazon en espera
cae la tarde
y el rojo de cielo
enciende la tristeza
te sigo esperando
la luna se asoma
una vez dijiste - te regalo la luna para que la tires-
tengo frio
me recuesto
la ventana abierta y la luna mirandome
no la quiero tirar...
no la puedo tirar
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